Niña ahorrando sus monedas en una alcancía
Educación

Educación financiera en la infancia: cómo empezar desde casa

La educación financiera en la infancia es fundamental para formar adultos responsables y seguros en la gestión de sus finanzas. Enseñar a los más pequeños a manejar el dinero de manera consciente no solo les da herramientas para su futuro, sino que también los ayuda a tomar decisiones informadas y responsables desde temprana edad.

¿Por qué es importante la educación financiera en la infancia?

Incorporar la educación financiera en la infancia es fundamental para que las niñas y niños crezcan con una visión clara sobre el valor del dinero, el esfuerzo que implica ganarlo y las responsabilidades que conlleva administrarlo. 

Un buen conocimiento financiero desde la niñez puede prevenir problemas económicos en la adultez, como el endeudamiento excesivo o la falta de ahorros. Además, fomenta habilidades como la planificación, la toma de decisiones y el pensamiento crítico.

5 acciones para impulsar la educación financiera en la infancia

1. Incluir la educación financiera en el hogar

El primer paso para promover la educación financiera en la infancia es incorporarla en la vida cotidiana del hogar. Podés hacerlo a través de juegos, libros y aplicaciones móviles diseñadas para enseñar estos conceptos de manera lúdica y accesible. 

Estas herramientas ayudan a los chicos a construir una relación saludable con el dinero, entendiendo su valor y cómo administrarlo correctamente. Un ejemplo puede ser jugar a un «Monopoly» casero o utilizar apps que simulan la gestión de un negocio o la planificación de un presupuesto.

2. Promover el ahorro

Una de las prácticas más valiosas que podés inculcar es el hábito de ahorrar. Enseñarles a los chicos a apartar una parte del dinero que reciben y establecer metas claras es esencial para que comprendan la importancia del ahorro. 

Podés mostrarles cómo llevar un registro de sus ahorros, fijar objetivos específicos (como comprar un juguete o realizar un viaje) y planificar juntos cómo alcanzarlos. 

Esta práctica, además de enseñarles disciplina, refuerza el concepto de prioridad financiera, ayudándolos a distinguir entre necesidades y deseos.

3. Involucrarlos en la economía familiar

Involucrar a los chicos en las decisiones económicas del hogar es una excelente manera de hacerlos partícipes y enseñarles cómo funciona la economía en la práctica. 

Explicarles por qué se toman ciertas decisiones, como elegir un producto más económico en lugar de otro más caro, les ayuda a entender los criterios de compra y la importancia de un presupuesto equilibrado. 

También es útil mostrarles las facturas del hogar, explicando qué servicios se están pagando y cómo se distribuye el dinero en las diferentes áreas de la vida familiar.

4. Permitirles tomar decisiones financieras

Dejar que los chicos tomen decisiones sobre cómo gastar su dinero y ahorros es clave para que aprendan a asumir responsabilidades y entender las consecuencias de sus elecciones. Podés asignarles una pequeña cantidad de dinero y dejarlos decidir si lo quieren gastar de inmediato o si prefieren ahorrarlo para algo más significativo en el futuro. 

Esta práctica fomenta la independencia y la capacidad de evaluar opciones antes de tomar una decisión, habilidades que serán cruciales en su vida adulta.

5. Darles herramientas para administrar su dinero

Proporcionarles herramientas reales para gestionar su dinero, como abrir una cuenta de ahorros, es una forma efectiva de motivarlos y hacer tangible el proceso de ahorro. Podés acompañarlos en la creación de metas financieras y mostrarles cómo monitorear su progreso. 

Por ejemplo, abrir una cuenta en Simplestate les permite ver cómo sus ahorros crecen con el tiempo y cómo pueden alcanzar sus objetivos financieros. Este tipo de experiencias no solo son educativas, sino que también generan un sentido de logro y responsabilidad.

Estrategias adicionales para fortalecer la educación financiera en casa

A continuación, te damos algunas ideas que te pueden servir para poner en práctica estos consejos y empezar a incluir la educación financiera en la crianza:

  • Establecer un «día de finanzas» semanal: reservar un momento cada semana para revisar juntos el estado de los ahorros y las metas financieras. Esto refuerza la importancia de la constancia y la planificación.
  • Fomentar el emprendimiento: animá a los chicos a realizar pequeñas actividades para ganar dinero, como vender cosas que ya no usan o ayudar en tareas sencillas. Esta experiencia les enseña sobre el valor del trabajo y la generación de ingresos.
  • Introducir conceptos de inversión: a medida que los chicos crecen, podés empezar a hablar sobre inversiones y cómo estas pueden ayudar a aumentar su dinero a largo plazo. Explicarles la diferencia entre ahorrar e invertir es un paso importante para su educación financiera.
  • Hacer un seguimiento de las metas: ayudá a los chicos a visualizar sus metas a largo plazo, mostrándoles cómo sus ahorros y decisiones financieras les acercan a esos objetivos. ¡Podés usar gráficos o tablas!
  • Leer juntos libros sobre finanzas: existen muchos libros infantiles que tratan sobre dinero y finanzas de una manera sencilla y accesible. Leerlos juntos es una excelente manera de aprender y discutir sobre estos temas.

La educación financiera en la infancia es una herramienta poderosa que prepara a los chicos para enfrentar el mundo adulto con confianza y conocimiento. 

Al implementar estas prácticas y estrategias, estarás ayudándolos a desarrollar habilidades esenciales para la vida, como el ahorro, la toma de decisiones y la planificación a largo plazo. No es necesario ser un experto en finanzas para enseñarles estos conceptos; lo más importante es empezar desde casa y hacerlo parte de su día a día.

En Simplestate, creemos que la educación financiera es la base para construir un futuro sólido. Por eso, ofrecemos herramientas que permiten a las familias ahorrar e invertir de manera segura y accesible.