Simplestate en los Medios

Crearon una plataforma que permite invertir en proyectos de Nordelta con $10.000

Los emprendedores aseguran que no es necesario esperar dos años para cobrar una renta; ofrecen varios proyectos en Nordelta y fuera del país.

Por Silvina Vitale

Gonzalo Abalsamo y Joaquín Sepúlveda unieron el mundo digital y el del real estate para crear una i plataforma de inversiones inmobiliarias. Ambos son los socios fundadores de SimplEstate, una opción que busca captar al pequeño inversor para entrar a un mercado seguro y dolarizado como el del sector inmobiliario, sin necesidad de ser un experto, ni de contar con grandes sumas de dinero para invertir. “Podés entrar con $10.000 y no necesitás esperar dos años para cobrar una renta. Se trata de una plataforma democrática. Queremos revolucionar el mercado del real estate, queremos miles de tickets de un monto relativamente bajo en un sistema que sea funcional al inversor”, señala Abalsamo.

Leer más sobre cómo invertir en proyectos inmobiliarios con montos mínimos en Simplestate.

En octubre de 2019, luego de trabajar varios años en el área digital y de negocios de diferentes medios de comunicación, Abalsamo se asoció con Sepúlveda, desarrollador inmobiliario, para lanzar este proyecto dirigido a llenar un vacío que creían que existía en el mercado argentino y latinoamericano en general. “Nosotros teníamos nuestras empresas que funcionaban relativamente bien y compartíamos un espacio de coworking”, recuerda Abalsamo. En sus viajes por trabajo en distintos países de Latinoamérica, comenzó a observar la problemática común que tenía la región para invertir, que se resumía en la escasez de herramientas de inversión y en la poca educación financiera. “El ladrillo siempre aparecía como el bastión inicial, pero para invertir y poder tener una rentabilidad necesitabas mínimamente US$ 70.000.

«El modelo era exclusivo, no inclusivo”, advierte el emprendedor que a partir de ahí empezó a ver de qué manera se podía democratizar la industria del real estate. “Empecé a investigar y vi que en la región había algunos modelos de crowdfunding vinculados al real estate. El crowdfunding surge en Estados Unidos hace ocho o nueve años y tiene origen en una banda de rock que necesitaba fondear su disco y creó una plataforma para que sus seguidores pudieran ingresar e invertir en el proyecto y en base a lo que cada uno ponía le daban luego un revenue, una ganancia.

Ese modelo original se aplicó luego a cualquier tipo de negocio”, explica. El real estate no quedó afuera de esta innovadora forma de juntar fondos. En el caso del sector inmobiliario se hace un acuerdo con un desarrollador que necesita una determinada cantidad de fondos y busca captar la mayor cantidad de inversores, una vez que se fondea el proyecto, se realiza, se comercializa, y luego se le paga una renta a cada uno de los inversores.

Ese fue el modelo con el que empezaron Abalsamo y Sepúlveda en su plataforma, pero se dieron cuenta rápidamente que les faltaba algo para que su propuesta fuera realmente disruptiva y captara la atención de los inversores, sobre todo de los pequeños. “El crowdfunding primero recauda todos los fondos, luego desarrolla el proyecto y hay que esperar a la comercialización del inmueble. Una vez que se vende se reparte el dinero de la propiedad entre los inversores. Pero eso representa mucho tiempo y para el mercado latinoamericano es demasiado largo. Eso nos hacía ruido porque no éramos una plataforma democrática como pretendíamos: la persona que puede invertir una determinada cantidad de plata y esperar dos años y medio es un inversor calificado”, advierte Abalsamo. En base a esta reflexión, la dupla desarrolló esta plataforma que genera miles de tickets de un monto relativamente bajo, es decir que se puede invertir montos desde $10.000, y que además le resulta funcional al pequeño inversor.

Accesibilidad y renta atractiva

“Armamos productos mucho más cortoplacistas y atractivos para el mercado argentino con una rentabilidad entre el 8 y 10% anual en dólares en promedio”, dice. Entre las distintas formas de inversión que tiene la plataforma, por ejemplo, se puede invertir y en seis o siete meses cobrar una ganancia, son inversiones en pesos con retorno a corto y mediano plazo en dólares. También se puede invertir con la opción de salir en cualquier momento con una rentabilidad garantizada del 4% en dólares. O una versión más tradicional en la que entras y te quedas hasta el final del proyecto con una rentabilidad mayor. “O también se puede invertir en lo que llamamos renta alquiler, se trata de una propiedad que ya está alquilada en dólares, por ejemplo, en Nordelta, en ese caso, el inversor percibe una renta mensual proporcional en dólares que representa el 60% de la rentabilidad y el 40% final una vez que se vende esa propiedad con la finalización del contrato de dos años. Estas propiedades alquiladas durante dos años se venden una vez finalizado el contrato. Lo bueno es que ya te va pagando todos los meses en dólares y una vez que se vende la propiedad final obtenés el restante de tu inversión”, explica el socio fundador de Simplestate.

El emprendedor destaca que todos los proyectos inmobiliarios que proponen están en marcha, “por lo que puede suceder que contemos con proyectos próximos a finalizar, o sea, ingresar en el período de venta inmobiliaria; o bien que en alguno de los proyectos de inversión que ofrecemos otorguemos la posibilidad a los inversores de ingreso y salida en un período específico”, aclara. Además, a diferencia de otros modelos de la economía colaborativa en real estate en los que es necesario lograr un monto puntual que soporte el fondeo del proyecto y una vez ahí comenzar con la instancia de construcción, en el caso de SimplEstate ellos mismos son poseedores de todos los proyectos que ofrecen. “Esto implica que en todos los casos aseguramos el progreso de los desarrollos, y le damos la oportunidad a los inversores de elegir, dependiendo el tipo de modelo de inversión, la chance de sumarse al negocio en el momento que quiera, y salir, si así lo desea, con una rentabilidad asegurada”, explica. Lo recaudado en la plataforma se destina a nuevos desarrollos inmobiliarios.

En cuanto a la elección de los proyectos, la compañía cuenta con un área destinada a evaluar las zonas. “Por ejemplo, tenemos mucha oferta en Nordelta. La pandemia cambió la forma de pensar a la hora de instalarse en una propiedad y el home office también impulsó a que muchas personas estén migrando hacia zonas más verdes, abiertas y eso es clave. También nos dirigimos a desarrolladoras que tengan una trayectoria y que proyecten en zonas donde el m² se pueda defender”, sostiene. En tanto que también ofrecen proyectos en el extranjero, en Paraguay y Miami, lugares donde -según asegura Abalsamo- el modelo de renta con alquiler es exitoso. “Elegimos Paraguay porque es una plaza donde el crecimiento del real estate es muy importante, el m² se defiende muy bien y cerramos allí un acuerdo con uno de los grupos desarrolladores más importantes. Y Miami porque es la plaza aspiracional para toda Latinoamérica”, dice.

La compañía lleva facturados seis millones de dólares desde su nacimiento, “la respuesta está siendo muy buena y el promedio de los tickets es de US$2000. Hay un volumen grande de gente que cree en nosotros. La plataforma es amigable y la idea que el inversor pueda hacer sus operaciones directamente sin un asesor, para eso desarrollamos un learning center donde se enseña sobre educación financiera”, explica Abalsamo.

“Realmente pensamos en revolucionar el mercado y nos transformamos para ser una marca más accesible para el pequeño inversor que no tiene una opción en Argentina. Consolidamos una oferta que está vinculada a la necesidad de un inversor que recién arranca”, finaliza.

Ver nota completa.

Leé más sobre cómo invertir en proyectos inmobiliarios con montos mínimos en Simplestate.